Anchoas (7)

Se trata de la misma especie de pescado y su diferencia reside en su proceso de elaboración. Cuando llegan las anchoas frescas se preparan en salazón y se conservan en aceite de oliva. Los boquerones limpios se marinan en vinagre.

Enhorabuena por tu embarazo, la anchoa en lata es una semiconserva, por eso la conservamos en la nevera. Pese a que han pasado por un proceso que las hace más seguras que las anchoas caseras en salazón, durante esta etapa es vital reducir riesgos para cuidar de tu bebé. Por ello, por precaución solo es recomendable comer anchoas en salazón enlatadas en aceite durante el embarazo si previamente las congelas.

• Su color es uniforme, rojizo intenso y sin restos de sangre.
• Son carnosas y tersas, pero no duras.
• Cuando se presentan en filetes, están limpios, bonitos y sin restos de espina central.
• Aunque son más conocidos los filetes limpios también puedes comprar anchoas con piel de máxima calidad conservadas en lata.

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Las anchoas en lata son muy versátiles y al sacar la espina durante su elaboración solo tienes que abrir la lata y disfrutarlas. Las puedes servir tal cual en plato retirando el exceso de aceite escurriendo, sin necesidad de llegar a secar con papel de cocina. O sobre pan tostado con aceite de oliva virgen extra o mantequilla.

Su sabor combina bien con quesos curados, tiernos y semicurados, con pimientos en conserva y otros alimentos. Ideales para enriquecer ensaladas, o para poner una capa de ellas sobre tomate o huevo. También maridan a la perfección con verduras asadas, aceitunas y encurtidos. Puedes comprar anchoas del Cantábrico en Petramora para tus platos.