Asociación de Tomata de Penjar
Con el fin de revalorizar la Tomata de Penjar, un grupo de agricultores de Alcalà de Xivert formó esta Asociación, ya que en mercado hay productos similares que nada tienen que ver con la original y tradicional Tomata de Penjar. Su misión es mantener el cultivo de este producto y ofrecer al consumidor final una calidad Certificada y reconocida.
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¿Qué es el tomate de colgar?
Como muchos sabéis, hablar de tomate de penjar y hablar de tomate de colgar, es decir lo mismo, pues la palabra ‘penjar’ significa ‘colgar’ en catalán. Esta variedad se cultiva, especialmente, en la vertiente mediterránea, y también se conoce como de ramet. En Alcalà de Xivert, Castellón, este tomate cuenta con Denominación de Origen Protegida: “Tomata de penjar de Alcalà de Xivert”. Pero comencemos por el principio: veamos cómo se consiguen los tomates de penjar -o tomates de colgar-.
Historia del tomate de penjar
Hablamos de una variedad de tomate muy antigua. Su auge, y la cultura de su uso y conservación, comenzó en España durante la posguerra. En esa ´época, fue un alimento muy recurrente en las despensas de los muchos hogares que hacían aprovisionamiento de víveres debido a sus características, pues, como veremos más adelante, esta variedad de tomate es realmente resistente y duradera, y cuenta además con numerosas vitaminas.
¿Cómo se plantan los tomates de colgar?
La plantación se desarrollará, inicialmente, en un vivero. Así, durante aproximadamente el primer mes estará más protegida. Cuando la planta alcanza los 15 cm o ha desarrollado 4 hojas, ya se puede proceder al trasplante, para el que hay que tener en cuenta las condiciones climatológicas. Luego, solo habrá que colocarle un tutor -una guía/caña-, ponerla a pleno sol e ir regando muy seguido, aunque no de manera abundante, sino por goteo. Es muy importante podar la planta de vez en cuando. Un solo ejemplar produce tantos tomates que es muy frecuente que más de una rama se acabe partiendo por no poder soportar el peso. Para evitarlo, hay que recortar algunas, sobre todo las más bajas.
¿Y cuándo se recogen?
La recolección de este tipo de tomates comenzará más o menos tres meses después de la siembra. La clave para llevarla a cabo será comprobar que los tomates están blanditos, aunque no en exceso. Además, ya deben brillar con un tono rojo intenso. Gracias al microclima y a las aguas saladas con las que se riega esta variedad de tomate de colgar, se consigue un producto que, una vez recolectado, es cosido con hilos y unido en una ristra para que podamos disfrutarlos colgados durante meses.
Características del tomate de penjar
Hablamos de tomates más bien pequeños, de textura blanda y muy carnosa; con una piel fina pero dura. Cuentan con un sabor intenso y muy dulce, con una acidez controlada. Nutricionalmente, es un fruto con un elevado contenido en vitaminas y minerales. Te aconsejamos colgarlos en un sitio fresco, pues una de sus cualidades es su larga conservación en función de sus condiciones de almacenaje (temperatura, humedad, luz) y pueden durar hasta 60 días. No es recomendable conservarlos en la nevera.
Usos del tomate de penjar
El tomate de penjar resulta ideal para consumir crudo o cocinado. Su uso más conocido y tradicional consiste en cortar el tomate fresco por la mitad y untarlo sobre una buena rebanada de pan de hogaza, acompañada de un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y sal; sí, es el famoso ‘pa amb tomàquet’, popularmente conocido como ‘pan tumaca’. Te recomendamos acompañarlo también de embutidos y quesos. También suelen comerse en ensalada y resultan ideales para preparar salsas. Asados en el horno son un acompañamiento para acompañar carnes, pescados y verduras.